La Vieja, el perro y la Androginidad.

Hola! mi nombre es Aki n_n.
Citizen X y N/N, quienes me consideran su "sobrino postizo", me pidieron que les cuente la historia de lo que nos ocurrió a mí y a N/N.


Fue un sábado.
El primero en el que comenzaba mi curso de verano de Idioma Japonés.
Fue mi propio profesor quien, al darse cuenta que la clase DURANTE EL AÑO esta constituida por 4 (cuatro)(Four)(四人) personas quienes asisten a estas de manera rutinaria (siempre están los que vienen, pagan un mes de cuota y se van en búsqueda del mono de jade para reaparecer el mes siguiente con la gran pregunta "hicieron algo nuevo?"), tomó la decisión de formar una sola clase de mi nivel durante el verano, juntando a todos los que quieran participar en el curso.
Dicho sea de paso, tuve tanta suerte que la clase con mayor gente de mi nivel es los sábados de 11am a 1pm.
Si, en el primer momento parece buen horario, pero luego de pensarlo dos segundos, una vocecita aparece en tu cabeza cantando alegremente "Adiós Salidas de los Viernes!".
En fin, mi concurrencia durante el año no fue de lo más rendidora, siempre iba a la clase con doscientos problemas de otros lados, por lo cual nunca pude prestar la suficiente atención.

Volviendo a la historia, luego de relacionarse con la cultura japonesa durante ya casi 5 años, a uno se le crean ciertos "vicios".
Tengo una fuerte afinidad con el "Visual Kei" Japonés, un estilo el cual es una especie de Poke-evolución del Glam 80's Americano. De esta manera, tengo un look bastante Androgino. Soy músico, y me gusta hacer la misma música que mis adorados japonesitos, con el maquillaje y el vestuario. Algunos son fanáticos del animé, otros de la música (es mi caso), pero tambien existe un "dark side of the force" denominado "Comida Japonesa".
Explico por que la definición de "comida japonesa" dentro del rubro "vicios", en 3 puntos:

1) Es cara
2) No Rinde
3) Tenes que recorrer toda la ciudad para obtenerla.

Tan simple como eso.
Pero como lo sabrán, los vicios son más fuertes que uno.

De esta manera, junto con mi tía N/N, arreglamos para juntarnos al mediodía, comer algo y luego emprendernos en la búsqueda de nuestro tesoro culinario.
El paseo estuvo muy lindo, recorrimos casi toda la ciudad para poder ir a hacer nuestras "compras".

Pero los hechos importantes ocurrieron mientras estábamos esperando al colectivo que me lleve de regreso a mi hogar.

La escena fue así:

Yo junto a N/N, en una esquina de Rivadavia, esperando el colectivo y tratando de encontrar un lugar bajo un miserable techo para poder ocultarnos bajo su sombra.
Estamos haciendo tiempo y blah, cuando veo aproximarse, a la distancia, a una señora de avanzada edad con un perro.
Tengo un problema con los perros.
Todavía estoy traumado desde aquella vez, hace ya como 13 años, en la que fui llorando a mi mamá diciéndole "Me mordió un doberman! Me mordió un doberman!", cuando en realidad me había tirado un mordiscón un perrito onda salchicha pero negro.
Desde ese momento, cada vez que veo un perro, lo trato con respeto. Es que me encantaría saber que están pensando cuando te ven llegar.
Entonces, ese día, al ver que se me abalanzaba la señora con el perro, yo me tiro hacia los locales de la avenida, para poder dejarle el mayor lugar de paso a la bestia.
Es en ese momento cuando la señora detecta el miedo en mi torrente sanguíneo y, de la manera que lo diría la abuela más amable y amasa-galletas del mundo me dijo:

"No le tengas miedo al perro. Más miedo tenele a los chicos"

Listo, solo eso. Solo eso era necesario para que yo me quede como congelado por la situación, mientras N/N soltaba unas carcajadas legüeras.
Y fue así hasta que la señora dió unos pasos más, pensativa, y se dió vuelta, mientras N/N no paraba de reír y yo tambien.

Entonces me dijo: "En serio, teneles miedo a los chicos"

Era como algo increíble. Que la señora no se de cuenta del nivel de Testosterona en mi cuerpo.
N/N no podía pronunciar. Era simplemente reir.

Entonces, la señora se queda mirándome y me dice: "Sos una nena?"
Yo en el medio de esa situación bizarra le digo: "No, no, soy varón"

N/N continua riendo mientras esto pasa.

Fue en ese momento cuando la señora cambió su cara de Duda Mode: on, a un Panic Mode: On.
Creo que no sabía como decir "perdón".
Me dijo que tenía cara de nena, que perdón, que perdón que blah blah blah.

Por supuesto, a mi NO ME MOLESTA que me digan que parezco una nena. Al fin y al cabo, es por eso que soy un obsesivo con la pinza de depilar siempre encima y tratando de no despeinarme.

Todavía recuerdo mi primera clase de idioma japonés, cuando mi profesor, sin pelos en la lengua, me preguntó delante de toda la clase "Aki-san, ¿Nene o nena?"
Un genio. Sin duda.

Pero terminando la historia de la señora, se fue pidiéndome perdón de todas las formas posibles, pareciendo no entender que no me había enojado ni ofendido por su confusión.

Moraleja:
LA GENTE DE ARRIBA DE 50 NO ENTIENDE EL VISUAL.
Ni siquiera mi abuela de esa edad entiende como me depilo las cejas y me maquillo.
No toda la gente esta acostumbrada a los raros peinados nuevos. Pero si uno se siente cómodo, no le importa que le digan nena.
Como dicen en mi casa: "el que le gusta comer durazno, que se banque la pelusa"

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