El día de La Marmota, Final

Previously en Shouganai: “El día de La Marmota

Si aun no han leído la 1º parte, pues les recomiendo que lo hagan.



¿Ya la leyeron? No les creo, pero prosigamos de todos modos…


La situación cobró mas sentido cuando hablamos con la recepcionista, quien nos contó “su lado” de la historia.

Resulta que la ‘señora’ se encontraba en la recepción hablando con uno de los gerentes (uno de los que SI VE).
Suena el conmutador, y ella como si nada atiende berreando un cortante: “¡¿SEEH?!”, luego cuelga y sigue su charla.
El gerente y la recepcionista se quedan atónitos, además hasta ese momento, la pobre chica no había tenido el placer de conocer a este personaje.

Al cabo de unos segundos, el conmutador vuelve a sonar, y La Gran Marmota le arrebata el teléfono sin dar tiempo a que la recepcionista pudiera hacer algo.
La escena se repite: “¡¿SEEH?!”, cuelga y sigue su charla.
Esta vez, ante la mirada pidiendo ayuda de la recepcionista, el gerente suelta la pregunta: ¿Y quien era?, pero La Gran Marmota seguía con su perorata (como verán jamás escucha lo que responde su interlocutor).

Otra vez suena el teléfono. La Marmota vuelve a atender. El gerente intenta tomar las riendas de la situación: “¿Pero quien es? ¡Deja que atienda Camila!”. Haciendo caso omiso a su interlocutor, cuelga y se va. El gerente y la recepcionista se quedan doblemente atónitos.

Ni que estuvieran endiabladamente sincronizados, el conmutador volvía a sonar exactamente cuando la Marmota regresaba a la recepción, y ella volvía atender, colgaba y se iba.

Imagínense, desde mi oficina fui testigo de una pequeña parte de la historia, pero la pobre recepcionista había sido, no solo testigo, sino VÍCTIMA de este monstruo voraz que crecía alrededor suyo, y le arrebataba los llamados uno tras otro, con un timing tan perfecto que ella no tenia oportunidad de salvar de las fauces de esta criatura al pobre infeliz que intentaba comunicarse con la empresa.

Ante la repetición de esta secuencia, la chica decide dejar su puesto para seguir a la Marmota y averiguar que hacía luego de colgar el teléfono.

La escena con la que se encontró Camila ya conocen.

Ahí estaba ella, La Gran Marmota parada frente a la aparatosa aparatosidad de la fotocopiadora.
Unos metros mas allá, Camila pudo ver a sus dos compañeros (Citizen X y Gladis) mirando la misma escena, desde la oficina ubicada al otro lado la habitación, coloradísimos intentando contener (en vano) las risas.

Entonces, La Marmota larga un bufido, toda fastidiada se mete en la oficina de su hermano (el Presi).

Gladis y yo nos reunimos con Camila, quien desbordaba desconcierto, tenia los ojos enormes y la boca trabada en una mueca, entre una casi sonrisa y un grito de horror.

Justo en ese instante escuchamos que el conmutador vuelve a sonar, y Camila sale disparada hacia la recepción.
Obviamente, Gladis y yo la seguimos, con el cacho de culebrón que estábamos presenciando ¡No nos íbamos a quedar con una historia a medias!

Camila respiró hondo, exhaló y atendió el teléfono…

Camila: Mahoma’s Mountain buenos taaardes… Si Señor… eehhh bueno hemos tenido un pequeño inconveniente con las líneas, le pido disculpas… por supuesto, aguarde un momento por favor…¡NO LO PUEDO CREER! ¡ROBERTO UD LA VIO! ¡UD VIO LO QUE HIZO!
Roberto (el gerente): ¿Y? ¿Quien era al final?
Gladis y Citizen: ¡Si! ¡Si! ¡Eso! ¡Queremos saber que paso!
Camila: ¡EL POBRE HOMBRE SOLO QUERIA MANDAR UN FAX!

Todos nos miramos en silencio. Desconcertados. Frunciendo nuestros ceños. Uniendo y asimilando los hechos.

Gladis : Ay… me muero… no me digas que….
Citizen: …queeeehhh…¿La Marmota pensó que el cacho de armatoste que tenemos como fotocopiadora era un fax?
Gladis : ¡SI! JAJAJAJAJAJA!!!!
Camila: ¡Es una mujer que viajó por todo el mundo! ¡No puede ser que no sepa diferenciar entre una fotocopiadora y un fax!
Roberto (el gerente): ¡Pero claro!… Bueno… no se... mmm… ¡Puede ser! Jajajajajajajaja!!!!

Por si no les quedó claro, repasemos….

1. Suena teléfono.
2. Marmota atiende.
3. Marmota cuelga.
4. Marmota se para al lado de la fotocopiadora.
5. Marmota se va.

Aun si omitimos el detalle de confundir un aparatoso armatoste fotocopiante con un fax, ¿Nunca se le cruzó por la cabeza que tal vez debía…?:

a. No atender el teléfono.
b. No colgar el teléfono.
c. Transferir la llamada a algún lado.
d. Presionar algún botón del teléfono que tenia delante, aunque sea, al azar.
e. Consultar al gerente enfrente de ella (la única persona en recepción que ella podía VER), que debía hacer si le pedían señal de fax.
f. Consultar al Presi (que ella puede VER), que debía hacer si le pedían señal de fax.
g. Presionar algún botón de la fotocopiadora que tenia delante, aunque sea, al azar.
h. Hacerse ver esa manía de atender todo teléfono que no sea el que lleva en su propia cartera.

Esta claro que opciones no le faltaban…

Ya se, ya se… ahora Uds dirán: “¡Que mala la actitud!”, “¡Que porquería de gente!”, “¡Estos jóvenes de hoy en día ya no tienen respeto!”, “¡Que pendejos de mierda!”, pero recordemos que…
ELLA NI SIQUIERA NOS VE.


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