El día que vivimos en peligro

NOTA ACLARATORIA:

NO
se trata de otra síntesis/desarrollo/análisis de la famosa película de Peter Weir, protagonizada por Mel Gibson, Sigourney Weaber y Linda Hunt.


Jueves 10 de Julio de 2008:

El dueño de la empresa amanece sintiéndose mal rodeado de un cuadro tan patético que ni su perra de raza Golden le daba bolilla.

Suena el téléfono, atiende mi jefa y recibe una catarata incontrolable de insultos y demás "aderezos" que hacen que la conversación se transforme en un monólogo unilateral, un golpe dado con energía del tubo del aparato sobre su base, con el correspondiente ruido a plástico y el llanto incontrolable de mi jefa, Antonia (uds. ya la conocen, ya se las he presentado).

Cuchicheos, lenguaje de señas que no tendría nada que envidiarle al que usan los beisbolistas profesionales. Corridas similares de las que suceden en el tras bambalinas de los teatros y una caja de Kleenex que se desliza debajo del brazo de Antonia. Enriqueta y Antonia huyen en tropel hacía el piso superior en donde la primera consolaría a la segunda.



Los rumores de despidos se hacen cada vez más fuertes y resuenan en los sacrosantos umbrales de ésta empresa. El Zar ya ha dado su ucase: "dos empleados serán despedidos". ¿Las razones? bueno, "son un grupo de ineptos que no sirven para nada porque no usan tácticas agresivas de ventas". (Todavía recuerdo la última vez que un vendedor trato de obligarme a comprar algo... jejeje, no diré que todavía está levantando los dientes del piso pero si podemos decir que no me vuelvo particularmente predispuesta a comprar y que sí puedo hacerte pasar un muy mal rato y hacerte sentir una rata mojada lo voy a hacer).


A las horas nuestro amo y señor (el dueño) nos ilumina con su presencia y con la mejor mala cara espeta un "buenos días". Nadie lo saludo, bueno en realidad no recuerdo bien que paso si lo saludamos o no... lo más probable es que todos estuvieramos pensando en lo bárbaro que estaría que nos pagara y que , curiosamente, cada vez que hay que pagar los sueldos junto con los aguinaldos. Siempre da las mismas excusas "Si pago el alquiler del local no pago los sueldos", "no hay ventas, éste local da pérdidas", "¡están faltando mucho!" (¡por supuesto que faltamos!, ¡si estamos todos enfermos!). Luego de tres intermitentes semanas de una de esas gripes que estan tan de moda que incluyen vómitos, fiebre alta, nauseas, mareos y tos, me decidí a faltar tres días que se convertirían en cinco por el fin de semana que incluía. El miedo a perder el trabajo se hacía presente con fuerza pero la idea de reponerme de una buena vez era demasiado fuerte como para vencerla. El faltazo me vino genial y me repuse por completo, aun sigo con una molesta tos. Los llamados de amigos que trataban de mimarme a través del teléfono se sintieron fantásticos, si si, Citizen X también ayudo a mi recuperación escuchando mis monólogos telefónicos con mi voz sumamente apagada, disfónica y con la nariz tapada de enferma.

Finalmente nos reintegramos a nuestras tareas casi todos al mismo tiempo, digamos que parecía que una pequeño malón invadía Happy Times S.A.

Por el momento Jean Luc, el dueño, no ha despedido a nadie; pero parece que ya tiene a sus dos víctimas en mente.

Desde la fecha de este post que seguimos en la misma situación: no cobramos los auinaldos y el sueldo lo estamos cobrando en cuotas de a $200.- (doscientos pesos argentinos) y solo si el dueño decide no llevarse nada para salvar su propio bolsillo ya que además tiene deudas de juego.

Bien, ya ven que Happy Times S.A. hace honor a su nombre.

Honestamente, termino este post porque se lo debo a mi amigo Citizen X, de lo contrario no lo haría a pesar de que uds., queridos lectores, quieren saber sobre las inmundicias de nuestras vidas.

Anyway... creo que ha llegado el momento en el cual uds. me constestarían "¡SHOUGANAI!"

Sayonara matta ne!!!











http://cinematograficamentehablando.blogspot.com/2008/01/el-ao-que-vivimos-en-peligro.html

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